La historia sigue..

Conocenos.

Comencé a trabajar desde el comedor de mi casa, con mucho entusiasmo y con la firme convicción de que este proyecto podía crecer. Luego, la pandemia nos sorprendió a todos, pero en lugar de rendirme, decidí adaptarme a la situación. Junto a mi hermano, comenzamos a hacer envíos y a buscar nuevas formas de conectar con nuestros clientes, siempre con la esperanza de que las cosas mejorarían con el tiempo.

Al principio fue difícil, hubo momentos en los que las ventas no llegaban, pero nunca perdí la fe en lo que había comenzado. Poco a poco, el negocio empezó a tomar forma, y las ventas comenzaron a crecer, a pesar de los altibajos. Cada desafío que enfrenté me dio más razones para seguir adelante y me motivó a mejorar cada día.

Después de mucho esfuerzo, logré abrir un pequeño local en el centro, un lugar que me permitió avanzar aún más en este sueño. Este paso no solo significó un crecimiento para Mucla, sino también una gran satisfacción personal. Hoy, con el apoyo de mi familia y de todos aquellos que confiaron en mi proyecto desde el principio, Mucla sigue creciendo y soñando con llegar más lejos.

Cada prenda que ofrecemos, cada artículo que enviamos, lleva consigo una parte de ese esfuerzo, de esa pasión y de ese amor por lo que hago. A lo largo de este tiempo, he aprendido que el camino del emprendimiento no siempre es fácil, pero con dedicación, paciencia y perseverancia, es posible lograr grandes cosas.

Hoy en día, el sueño que comenzó en el comedor de mi casa se ha convertido en una tienda que representa mucho más que un negocio: es el reflejo de una historia de esfuerzo, valentía y la búsqueda constante de mejorar y seguir adelante. Y aunque el camino sigue siendo desafiante, no puedo estar más agradecida por todo lo que hemos logrado y por todo lo que está por venir.

Gracias por ser parte de nuestra historia. ¡Seguimos soñando y creciendo juntos!